Desde principios de los años 60 del siglo pasado Hijos de Froilan Fernández es una empresa vinculada al sector de la posventa de V.I., primero como reparadores de ballestas y de carpintería metálica, y mas tarde con remolques agrícolas, de los cuales surgió el carrozado de camiones pequeños, para ser hoy un referente en la fabricación de chasis y reparación de carrocerías y de mecánica para vehículo industrial en Almagro (Ciudad Real), donde posee unas instalaciones de unos 25.000 m2. Manuel Fernández Romero, gerente, nos habla del valor de las marcas de recambio en el mercado del vehículo industrial.

 

¿Es el mercado del recambio para Vehículo Industrial un mercado sólo de precio o tienen valor las marcas?

«El mercado actual se mueve entre ambas cosas. Fundamentalmente depende del cliente. Hay clientes que valoran mucho la marca y prefieren apostar por marcas de referencia sin importarles el precio, mientras que otros buscan más el precio. En el caso de los autónomos, por ejemplo, sí observamos que el que tiene un único vehículo, como, probablemente, es él mismo el que lo maneja habitualmente, suele preferir más calidad y miran menos el precio. En cambio, los vehículos que son conducidos por chóferes suelen ajustar más el precio final de las reparaciones, apostando menos por la calidad del recambio. También depende mucho de la antigüedad del vehículo: a más nuevo, más apuesta por la calidad del recambio».

¿Cuál es el valor de las marcas de recambio? ¿Qué aportan?

«Desde mi punto de vista, además de calidad de la propia pieza, las marcas de calidad aportan más fiabilidad, más garantía y más  durabilidad… En este sentido, creo que el mercado se está viendo dañado por la aparición de recambio pirata, falsificaciones… que acaban afectando a las marcas de primer nivel».